Las bombillas pueden convertirse en las protagonistas de las conexiones inalámbricas del futuro. El laboratorio Smart Lighting ERC del Boston University College of Engineering ha desarrollado una tecnología basada en la transmisión de datos mediante el uso de luz visible aprovechando las características técnicas de las lámparas LED. Estas bombillas pueden apagarse y encenderse varias veces por segundo sin deteriorarse proporcionando la capacidad necesaria para transmitir datos a velocidades de 1 a 10 megabits por segundo. A la vez el encendido y apagado es tan rápido que el ojo humano no nota variaciones en la iluminación. En un entorno de este tipo, cada bombilla LED podría convertirse en un punto de acceso inalámbrico. La conexión llegaria a cada lámpara por un sistema de transmisión de datos por cable, idealmente a través de PLC, por lo que los paquetes de datos llegarían utilizando los cables de corriente electrica.
"Imagina que tu ordenador, iPhone, Televisor, radio y termostato comunicarse cuando entraras en la habitación simplemente encendiendo la luz sin necesidad del habitual montón de cables" cuenta el profesor de ingeniería Thomas Little "Esto puede conseguirse gracias a una red de comunicaciones basada en LED que a la vez proporcionaría luz con menor consumo, una alta fiabilidad y sin interferencias electromagnéticas." Según los responsables del proyecto, en el que participan también la Universidad de Nuevo México y el Instituto Politécnico Rensselaer, las ventajas de este sistema son múltiples frente a las conexiones inalámbricas basadas en ondas de radio. Una de ellas es que la conexión por LED no traspasa las paredes. Esto que puede parecer un inconveniente, se convierte en una garantía de seguridad, ya que nadie fuera de la habitación puede conectarse a nuestra red si usamos esta tecnología. En cambio el sistema podría hacer "roaming" de habitación en habitación reanudando la conexión en cuanto estemos iluminados por la siguiente bombilla. Una solución que acabaría con el "WarDriving" y en general el uso de conexiones WiFi de otras personas. También contribuiría a limpiar el espectro radioeléctrico, acabando con la saturación que vivimos en este sentido.
Otra de las ventajas apuntadas por los responsables es que, a pesar de que los sistemas iniciales funcionaran en el rango de 1 a 10 megabits por segundo, este sistema puede superar con creces la velocidad de transmisión de las actuales conexiones inalámbricas. Para usos concretos se podría concentrar la luz en puntos determinados. El sistema presenta posibles problemas de interferencias por parte de la luz natural y de otras fuentes artificiales (como bombillas tradicionales), pero no afectarían más que en parte a la velocidad de transmisión. El coste estimado por punto de acceso es de 2 dólares, comparados con los 20 que puede costar un punto de acceso inalámbrico tradicional. Esto sin contar el coste de las lámparas LED, aún bastante alto (de 15 a 75 euros aproximadamente), que puede amortizarse tanto con la reducción del consumo de las propias bombillas y su longevidad como otras ventajas como el ahorro en aire acondicionado, ya que este tipo de lámparas no producen calor.
FUENTE MY COMPUTER
No hay comentarios:
Publicar un comentario